La Historia Actual

Al terminar con el mal momento con Mikel y sus sirvientas y comenzar una nueva era de paz y tranquilidad en la tierra y el mar, las princesas sirenas vuelven al océano y los humanos quedaron en tierra; un destino cruel les decía que no volverían a verse, pero el poder del amor es capaz hasta de cambiar el destino. La Reina del Agua tuvo compasión una vez de Gaito, dándole otra oportunidad a él y a sus súbditas para construir el nuevo reino de Pantalasa, pero esta vez para traer la justicia y la paz a todos los seres vivos del planeta; al igual que las princesas sirenas, Kaito regresó al mar a construir su reino, mientras que Lixto y Mikaru quedaron en tierra esperando a que Mikaru fuera mayor para vivir al mar.
Como toda historia de amor, Luchia y Kaito prometieron visitarse en cuanto él reconstruyera su reino y que al cumplir la mayoría de edad en los humanos se casarían en tierra firme; Rina y Masahiro prometieron que, al volver Rina de su temporada en su "otro hogar", seguirían pensando el uno en el otro sin ser infieles; y Hanon y Nagisa, aún desde lejos, seguirían con su romance, después de todo Rina y Hanon eran sirenas, Masahiro y Nagisa eran humanos, así que ninguno podría enterarse de la verdadera identidad de las princesas sirenas. Entonces, un día, en cada reino de princesa sirena, llegó una nota de Hanon diciendo que la piedra aguamarina de su reino había sido robada por un delfín rosa, parecido a Momo, el cual había confundido. Pedía a sus amigas que la ayudaran a buscar el preciado tesoro de su reino en los mares del Atlántico Sur; y pidió especialmente a Luchia que vigilara atentamente a todos los delfines rosas de su reino, y que los siguiera si iban demasiado lejos. Las princesas sirenas, después de buscar el tesoro de Hanon por largas horas, lograron encontrarla. Mientras tanto, Luchia seguía al delfín rosa hasta llegar a las profundidades marinas del océano índico. El delfín entró a una cueva casi desbaratándose, y Luchia, presintiendo el peligro, le dijo al delfín:
-¿A dónde vas, delfinito?, ahí es muy peligroso para que entres, sal de ahí y volvamos a casa, que esto podría...
Luchia no terminó de hablar, cuando el delfín se dio la vuelta convirtiéndose en un ser extraño con forma de pez-anguila-medusa, arrastrando a Luchia hasta el interior de la cueva, de la cual no pudo salir. En ese momento brillaron las perlas de las 6 sirenas.
-Luchia está en peligro-dijo Rina con voz desesperada.-Tenemos que ir a buscarla.
-¡Tal vez siguió un delfín que se alejaba demasiado de su reino y entonces le ocurrió algo muy malo!-dijo Coco casi gritando.
-En ese caso tenemos que ir a por ella-exclamó Noel.
-¡Alto!-gritó Hanon. -No hace falta que todas vosotras vayáis a por ella, yo fui quien le pidió que hiciera semejante cosa sin pensar que tal vez podría ser una trampa para separarla de nosotras. Yo tengo que ir sola, de lo contrario vosotras también podríais estar en peligro por mi culpa.
-No hace falta que vayas tu sola, Hanon. Todas somos amigas, somos princesas sirenas y no hay que dejar sola a una amiga cuando está en peligro. Todas iremos por ella.-dijo Karen, con voz alentadora.
-Es cierto, además Luchia y todas vosotras me habéis liberado cuando Mikel me tenía prisionera, así que yo también voy a ayudar a mi mejor amiga.-dijo Seira con tono preocupado y luego feliz.
Todas las princesas salieron a buscar a Luchia, en eso Hippo las alcanza y les dice que Luchia seguía a un delfín muy extraño, que se dirigía al océano índico y que él, como su protector, tenía la obligación de acompañarlas a rescatarla.
-Mi hogar es el océano índico, así que conozco cada rincón de ese mar. Os recomiendo que primero preguntemos en mi reino para ver si la han visto pasar por ahí.-dijo Seira.
Preguntaron en el reino de Seira si había visto pasar a Luchia siguiendo a un delfín rosa, y en el reino dijeron que la vieron ir hacia las profundidades marinas de esa zona. Las princesas fueron hasta ése lugar, y apareció la criatura en la que se convirtió el delfín rosa que seguía Luchia. Para entonces, se convirtió ahora en un pulpo con enormes tentáculos. Karen, Noel y Coco fueron atrapadas por el pulpo gigante, entonces Hanon, Rina y Seira comenzaron a cantar. El pulpo soltó a las princesas, y las seis empezaron a cantar de nuevo para vencer a aquella criatura. El pulpo al parecer se esfumó, y el perla-radar de Hippo emitía la señal de la perla de Luchia. Decía que estaba hasta el fondo, y parecía no tener movimiento alguno. Comenzaron a preocuparse y bajaron hasta lo más profundo. Tras muchos intentos, las princesas sirenas lograron sacar a Luchia de la cueva antes de que ésta se desmoronara.
Hanon se acercó a Luchia son las lágrimas en los ojos, a punto de reventar.
-¡Luchia! ¡Me alegro que estés bien! ¡No me hubiera perdonado nunca que te hubiera pasado algo por mi culpa! ¡Lo siento, nunca te pediré este tipo de favores!-exclamó Hanon sollozando.
-Vamos Hanon, no es para tanto... estoy bien, ya no llores.-dijo Luchia abrazando a Hanon.
Las princesas sirenas regresaron a sus reinos. Pero aquella criatura que parecía haber sido vencida por las princesas sirenas regresó, pero ahora tomó forma humana. No se le notaba ningún rasgo físico que lo identificara, solo una sombra negra con un resplandor rojo intenso a su alrededor, y su sonrisa tenebrosa. Un enemigo nuevo había llegado...